Valorar los árboles para crear ciudades más verdes y saludables

¿Por qué invertir en bosques urbanos y espacios verdes?
Las ciudades ocupan solamente un 3 por ciento de la superficie del planeta, pero consumen el 75 por ciento de sus recursos naturales. Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, y se prevé que este porcentaje aumente hasta casi el 70 por ciento en 2050. Al mismo tiempo, se estima que la demanda de agua en zonas urbanas podría duplicarse.

“La expansión de las ciudades suele producirse sin una planificación adecuada del uso de la tierra y la presión humana resultante tiene efectos muy perjudiciales para los paisajes naturales y agrícolas en las áreas urbanas y sus alrededores”, advirtió Mitsugi.

Teniendo más en cuenta las soluciones forestales en la planificación urbana, los bosques y los espacios verdes pueden valer para abordar diversos desafíos.
Permiten eliminar contaminantes nocivos, reducir el ruido, mejorar las temperaturas, mitigar los efectos del cambio climático, suministrar distintos productos y energía renovable, proteger las fuentes hídricas y prevenir la erosión del suelo y las inundaciones.

Por ejemplo, los árboles pueden reducir las necesidades de aire acondicionado en un 30 por ciento, si se colocan en forma adecuada alrededor de los edificios. En climas fríos, pueden proteger a las casas del viento y ahorrar entre un 20 y un 50 por ciento de la energía utilizada para calefacción. Un árbol frondoso puede absorber hasta 150 kg de CO2 al año, ayudando así a mitigar el cambio climático.

Las áreas verdes pueden también tener un efecto positivo para la salud y el bienestar de la población y ayudan a crear sociedades más cohesionadas.

¿Cómo crear ciudades más verdes?
Los organizadores del foro realizaron un llamamiento para que se actúe, presentando un conjunto de soluciones forestales para ser respaldadas por los participantes. Entre ellas se incluyen:
– Ampliar la cubierta vegetal en las ciudades, utilizando el árbol adecuado en el lugar apropiado;
– Desarrollar agendas políticas que promuevan espacios verdes y bosques urbanos;
– Realizar un seguimiento periódico del efecto de las islas térmicas en las ciudades para planificar estratégicamente los bosques urbanos;
– Utilizar las directrices técnicas existentes para planificar, diseñar y gestionar los bosques y los árboles urbanos;
– Crear y fomentar empleos verdes y oportunidades económicas;
– Convertir zonas abandonadas, solares y patios en espacios verdes;
– Promover las huertas comunitarias, la agricultura urbana y los bosques urbanos que permiten obtener alimentos;
– Aumentar el número de edificios verdes y bosques verticales y fomentar la construcción de techos verdes.

Fuente: fao.org

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