El shuar cuida su bosque

La comunidad Shuar ubicada a 8 kilómetros del cantón Naranjal (Guayas) son 800 hectáreas de ecosistema húmedo, de donde también brota la fuente de aguas termales que le permitió a la comuna incursionar en el ecoturismo.

Bajo este marco, el Comercio realizó una entrevista a Marco, quien conoce los secretos de la montaña. Sabe que un bocado de palmito da energía al caminante; que el árbol de matapalo, odiado por muchos, es el que más CO2 capta del ambiente; que la ayahuasca, que crece en una de las laderas, les permite avizorar el mañana.

Por una visión de la ayahuasca, sus ancestros llegaron a estas tierras. En la leyenda, Yakum y sus hijos Nase y Etsa huyeron de la guerra en Morona Santiago, allá por 1830. En busca de paz pasaron por Milagro y Bucay en la Costa, hasta que finalmente, después de años de conflicto con los mestizos, se asentaron en Naranjal.

En 1971 se establecieron en este territorio, que evoca a la Amazonía. Ocho shuar fueron los primeros en arribar; tres de ellos ya fallecieron. Ampliar Las cabañas de cade y caña rodean las cinco piscinas termales, que pueden alcanzar hasta 40°C. El líquido tiene altas concentraciones de azufre.

Hoy, 23 familias dan vida a la comunidad. En una parte de sus tierras funciona el complejo de piscinas Tsuer Entsa o aguas calientes, que fluyen del cerro Pan de Azúcar. En los fogones mantienen su gastronomía ancestral; sobre ellos asan el maito envuelto en hoja de bijao. Los rituales los mantienen conectados con sus ancestros.

Los senderos están cubiertos por esas coloridas semillas, que atraen a las guantas, guatusas y armadillos. Este también es el hábitat de jabalíes, tigrillos, osos de anteojos, venados, micos y monos aulladores. Los gavilanes, carpinteros y colibríes danzan entre los árboles. Y las diminutas ranas se camuflan entre las hojas resecas.

Guayacanes, macharis, nogales y guarumos prevalecen en este bosque. Entre sus ramas crecen helechos, orquídeas y el espigado bejuco camino al cielo. En ellos hacen casa arañas, hormigas arrieras y una infinidad de insectos. Por esas cualidades, esta reserva se sumará a la lista de áreas de conservación provinciales, de la Dirección de Ambiente de la Prefectura del Guayas.

FUENTE: https://www.elcomercio.com/tendencias/guayas-shuar-cuidados-bosque-ambiente.html

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