Uruguay: Retomando los niveles de producción maderera previos a la crisis global

Este año proyecta forestar 7.000-8.000 hectáreas y exportar US$ 25-30 millones de paneles de plywood.

Se ha reiniciado la ampliación de la planta industrial en Tacuarembó, que empezará a funcionar el año próximo.

El Grupo Weyerhaeuser ha invertido más de US$ 450 millones desde que se instaló en Uruguay en 1997, expresó el ingeniero civil Álvaro Molinari, gerente general de la empresa. Estas inversiones han sido en la adquisición de tierras de prioridad forestal, la plantación de montes de eucaliptos y pinos, la construcción de una fábrica de tableros contrachapados y una planta de generación eléctrica de 10 MW a partir de pulpa de pino y restos de madera, y en la investigación genética y clonal en los plantíos. A continuación un resumen de la entrevista.

-¿Cómo evalúa la situación de los emprendimientos forestales de Weyerhaeuser?

-El Grupo cuenta con 143.000 hectáreas en cuatro departamentos, de las cuales unas 68.000 están efectivamente plantadas. Los montes del área forestal del eje Rivera-Tacuarembó son los más maduros ya que comenzaron a plantarse hace más de trece años, mientras que las plantaciones del eje Cerro Largo-Treinta y Tres se iniciaron en 2005-2006. Todavía quedan unas 15.000 ha. por forestar en la zona este. Nunca se va a llegar a plantar la totalidad del área porque un 30%-35% de la tierra queda libre por distintas razones, tales como cortafuegos, corredores biológicos, accidentes geográficos, etc.

-¿Qué planes de expansión forestal existen?

-Habíamos proyectado un programa de compra de tierras que se debió reformular debido a la crisis global. Concomitantemente, el precio de la tierra en Uruguay comenzó a subir en forma exponencial.

-¿Qué valor tienen hoy las tierras de prioridad forestal?

Desde que se aprobó la Ley Nº 15.939 en 1987, cuando sólo había 20.000 ha. forestadas en Uruguay en contraposición con 800.000 ha. en la actualidad, el precio aumentó de US$ 350 a US$ 750-800 por ha. en la década del noventa y a US$ 1.400-1.500 en los últimos años. Hoy algunos campos de prioridad forestal se cotizan a más de US$ 2.000 la ha., lo que no hace rentables a nuevos proyectos.

-¿Qué especies plantan?

-Hasta 2001 se plantaron casi exclusivamente pinos. Luego, se le dio más importancia al eucalipto en una relación de 80% y 20%. Pero, desde 2006, se invirtieron los términos al procurarse tener un portafolio forestal equilibrado.

Producción

-¿A cuánto asciende la producción forestal?

-Nuestros árboles todavía tienen una edad temprana ya que la cosecha final de una plantación destinada a producir madera sólida, tanto para aserrío como para debobinado, se realiza en promedio a los dieciséis años en los eucaliptos y a los veintiún años en los pinos. Hasta ahora se han efectuado raleos comerciales, es decir cosechas intermedias de los árboles que no se han desarrollado debidamente, lo cual permite aprovechar su madera para ciertos propósitos y dejar más espacio para el crecimiento del resto del monte. En este contexto, estamos cosechando en promedio unos 600.000-700.000 metros cúbicos anuales, que implica pulpa, madera sólida y madera para debobinado. (N.del R.: Consiste en desenrollar una lámina de madera desde un trozo a través de la interacción mecánica entre un cuchillo y el trozo que rota sobre su eje).

-¿Qué cantidad de madera cosechada se industrializa?

-La madera sólida, que va a ser transformada en algún tipo de producto, básicamente una tabla, junto con la madera para debobinado que se procesa para convertirse en láminas, con las cuales se fabrican los tableros contrachapados de 2,44 metros de largo por 1,22 metros de ancho, representa un 50% de la cosecha y el 50% restante son trozas que, por su escaso diámetro, se trituran para la producción de pasta de celulosa y para alimentar una planta de generación eléctrica a partir de biomasa.

Reacción

-¿Cuáles han sido los efectos de la crisis global?

-En 2005 se inició la construcción de nuestra primera planta de paneles contrachapados (plywood) que comenzó a operar a fines de 2006. Pero su primer año de funcionamiento coincidió con el estallido de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos. Eso provocó una caída en picada de los precios de los tableros y, luego, una reducción de la demanda a niveles ínfimos.

Al año siguiente tuvimos que cambiar diametralmente nuestra estrategia comercial. Como se exportó menos del 10% de la producción de tableros a Norteamérica, diversificamos nuestras ventas a Europa, donde colocamos el 45% del total, a Latinoamérica un 35% y un 10% al resto del mundo. Lamentablemente, esos mercados alternativos a los que habíamos logrado acceder se nos cayeron cuando quebró Lehman Brothers y la crisis financiera se extendió por todo el mundo.

-¿Cómo reaccionó la empresa ante esa situación crítica?

-Se redujeron los programas de forestación, habiéndose plantado sólo 3.000 ha. y también se desaceleró la producción de tableros de plywood, que totalizó unos 80.000 metros cúbicos en 2009 cuando el plan original era alcanzar una cifra entre 110.000 y 125.000. Además, decidimos detener un proyecto de ampliación de la planta industrial en Tacuarembó, pero sí continuamos con la construcción de una planta de generación de energía eléctrica a partir de biomasa en Tacuarembó que fue inaugurada en febrero de 2010.

-¿Qué beneficios proporciona la generación eléctrica a base de biomasa?

-La planta ubicada al lado de la fábrica de tableros nos permite aprovechar la pulpa y los subproductos del pino que no pueden ser procesados por la planta de celulosa de UMC (ex Botnia), así como los mal llamados «residuos» de la industria que son triturados en chipeadoras, para alimentar la caldera que produce el vapor suficiente para mover una turbina co-generadora de energía eléctrica de fuentes renovables. Su capacidad de 10 MW cubre plenamente las necesidades de la fábrica de tableros y el excedente se vende a UTE.

-¿Cuántas personas hoy emplea Weyerhaeuser?

-Trabajan unos 420 empleados en las áreas industrial y comercial. En el sector forestal, contamos con 80 trabajadores propios y alrededor de 1.000 trabajadores que pertenecen a las empresas contratadas por Weyerhaeuser, quienes realizan las tareas en los montes (poda, raleo, cosecha, etc.). Además, se ha creado más del doble de empleos indirectos que son los servicios asociados al transporte, talleres, etc. Como las estrategias de seguridad son muy importantes en la actividad forestal, se capacita tanto al personal estable como al de nuestros contratistas para lograr una cultura de cero accidente y de respeto al medio ambiente. Sin duda el éxito del negocio forestal se basa en un proceso de gestión sustentado en tres pilares: el económico, el social y el ambiental.

Silvopastoreo

-¿Se destinan las tierras sólo a la actividad forestal?

-Desde casi sus inicios en Uruguay, la empresa ha apuntado al silvopastoreo, que complementa la producción forestal con la ganadería, porque existe una simbiosis interesante entre los dos sistemas de producción. Es viable porque forestamos con densidades bastante bajas, dado que priorizamos el volumen individual de cada árbol sobre el volumen total de la hectárea. Por ejemplo, se plantan 700-750 árboles por ha., lo que deja un espacio importante de tierra libre en donde crece suficiente pasto, a lo que debe agregarse el 30%-35% del área que no se explota.

-¿Es la ganadería parte de la actividad de la empresa?

-Se arriendan tierras forestadas a productores pecuarios que han comprobado, luego de cierta reticencia inicial, las ventajas comparativas del silvopastoreo. En verano, la sombra del monte reduce la transpiración del ganado, que es un foco de enfermedades para la piel de los animales. En invierno, el abrigo de los árboles permite que los vacunos ganen peso. Para la forestación, el pisoteo del ganado disgrega las ramas que se desprenden de los árboles, lo cual contribuye a que la materia orgánica penetre con mayor rapidez en el suelo para complementar los nutrientes y, a su vez, disminuye el riesgo de incendio. Hoy tenemos una demanda insatisfecha para el silvopastoreo, lo que demuestra que la complementariedad de la explotación forestal y ganadera es mutuamente satisfactoria.
Prioridad a las inversiones para fabricar tableros contrachapados

¿Cuáles son las perspectivas de producción para este año?

-Al haber comenzado una leve reactivación de la economía estadounidense se ha restablecido la demanda, aunque los precios son aún muy volátiles. En realidad, no tenemos una idea clara dónde va a estar el punto de equilibrio. Este año hemos retomado el ritmo de plantación de precrisis, que se ubica en torno a las 7.000-8.000 hectáreas y reiniciamos la construcción de la segunda línea de producción de la planta de paneles contrachapados, que nos permitirá aumentar la capacidad de producción el año próximo. Somos optimistas, pero cautos. Por eso, mantenemos los niveles de producción de hace dos años, con lo cual nuestras exportaciones estarán en torno a los US$ 25-30 millones en 2010.

-¿Qué proyectos tiene Weyerhaeuser en Uruguay?

-Damos prioridad a eventuales inversiones para la fabricación de tableros contrachapados y la construcción de otra planta de energía renovable, que podría concretarse en asociación con terceros. Vemos más distante en el tiempo la posibilidad de instalar aserraderos. De todos modos, la industria maderera es muy dinámica y, además, depende de lo que demande el mercado.

-¿Qué ventajas comparativas tienen los paneles hechos por su empresa en Uruguay?

-Sabemos que nuestra materia prima se adecua perfectamente a ese producto y que tenemos el know-how adecuado para combinar las láminas de eucalipto -que posee una serie de propiedades mecánicas que lo hacen muy fuerte desde el punto de vista estructural- con láminas de pino joven, que tienen muy buena apariencia. En realidad, el eucalipto es una especie poco conocida en el mundo. Su madera no era utilizada en los mercados tradicionales para fabricar muebles, molduras y productos estructurales. Al principio tuvimos que vencer esa barrera para introducir nuestro producto marca Lumin en el mercado europeo, que es muy exigente.
El flete ferroviario es un 30%-40% más económico

-¿Cómo opera el área logística ?

-Un aspecto clave del negocio forestal es contar con medios de transporte ágiles y económicos, así como disponer de buenas vías de comunicación. A pesar de que los árboles crecen con vitalidad y rapidez en Uruguay, nuestra producción corre con la desventaja de la distancia que nos separa de los grandes mercados consumidores. Por eso, debemos ser muy eficientes en el manejo de la cadena logística mediante un sistema multimodal.

-¿Cómo funciona ese sistema ?

-Se contratan flotas de camiones para cargar la madera desde el monte a la planta en Tacuarembó y se utiliza la vía férrea para enviar los tableros contrachapados desde allí al puerto de Montevideo. Por ese motivo, Weyerhaeuser construyó un desvío ferroviario hasta su complejo industrial. Pese a las limitaciones de la red de AFE, estamos transportando el 50% de nuestra producción por tren. Nos interesaría aumentar esa cifra porque el ferrocarril es más práctico ya que un embarque entero de paneles puede transportarse en un solo convoy. También es un 30%-40% más económico que el flete carretero a partir de distancias de más de 400 kilómetros. Sería muy importante que se mejorasen las vías férreas y el material rodante de AFE para quitarle presión a las carreteras que se van a ver congestionadas por el incremento de los volúmenes de carga.

-¿Es el costo del flete por tierra más caro en Uruguay que en la región?

-Podría ser más económico, pero los camiones con zorra están limitados a una carga de 45 toneladas, según la reglamentación vigente.

Fuente: http://www.forestalweb.com/Noticias-sobre-el-sector-forestal/