Perú: Proyecto de educación ambiental para frenar la deforestación masiva en la selva amazónica

La Universitat de València (UV), a través de su Fundació General, ha gestionado un proyecto de educación ambiental en Perú con el que ha colaborado en frenar la deforestación masiva y creciente deterioro de una zona en la selva amazónica, en concreto, en la cuenca del Alto Cumbaza, según ha informado la institución académica en un comunicado

El proyecto, financiado por la Generalitat valenciana y coordinado por el catedrático de la UV Javier García Gómez, comenzó en el año 2008. En estos tres años se ha construido un Centro de Educación Ambiental, se han mejorado infraestructuras y se ha capacitado a sus habitantes a través de charlas, cursos y talleres, en aspectos relacionados con el medio ambiente para revertir las prácticas que estaban degenerando la zona. Gracias a este proyecto, el lugar «se ha orientado a la actividad turística para aprovechar los recursos y el entorno de forma sostenible», según la misma fuente.

   Se estima que en la microcuenca del río Cumbaza, una de las zonas más bellas de la amazonía peruana, viven un total de 2.040 habitantes. Los indicadores demográficos y socioeconómicos muestran un escenario «bastante desesperanzador» ya que la tasa de analfabetismo es del 21,5 por ciento, la desnutrición crónica afecta al 51,2 por ciento de los niños en edad escolar, la tasa de mortalidad infantil es de 58,5/1.000 y el índice de pobreza afecta al 28,4 por ciento de la población, unos indicadores que los ubica en un nivel «muy pobre».

   El proyecto ‘Centro de educación y gestión ambiental para la recuperación y manejo sostenible de los recursos naturales en la microcuenca del Alto Cumbaza’ surgió ante la necesidad de dar a los pobladores una alternativa a la explotación de la zona.

   Según la UV, «la deforestación masiva de estas áreas efectuadas por las comunidades nativas y la población campesina, que han practicado una agricultura migratoria y cultivo de coca, así como extracción irracional de madera y caza indiscriminada de fauna silvestre, han deteriorado los ecosistemas boscosos, destruyendo los recursos naturales y la belleza del paisaje».

   Este proyecto ha propiciado el desarrollo endógeno de la comunidad desde tres vertientes. Desde el punto de vista socioeconómico, ha supuesto una nueva fuente de ingresos para la población de las comunidades nativas y campesinas consideradas muy pobres, cuya economía familiar dependía solo de la agricultura de subsistencia y ahora podrán tener ingresos del turismo.

   Culturalmente, esta etnia presenta unas habilidades de unas costumbres artesanas y folclóricas que ya despertaban el interés turístico y la mejora del entorno permite ahora revitalizarlas. En el aspecto medioambiental, esta acción de cooperación valenciana ha permitido la recuperación y conservación de los recursos naturales y geográficos existentes en las nacientes del Cumbaza. La población nativa ha expresado su agradecimiento imponiendo a las instalaciones el nombre de ‘Valencia wasi’ (Casa de Valencia).

Fuente: www.ecoticias.com