En esta entrevista, Sven Wunder, Científico Principal del Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR) y líder de la oficina de CIFOR en Brasil, revisa cómo REDD+ se ha desarrollado en América del Sur, y lo que cree que sucederá en los próximos años.
En comparación con otras regiones de bosques tropicales en el mundo, las experiencias piloto de REDD están bastante avanzadas en la región del Amazonas y en América del Sur, gracias a organizaciones de la sociedad civil muy activas en esta región. Muchas de las actividades han sido impulsadas por las organizaciones no gubernamentales que han llevado adelante este proceso. Brasil es el país líder, tanto en términos de porcentaje de tierras en la región amazónica, así como también en número de proyectos REDD que se encuentran en fase de inicio. En Perú, también se puede apreciar unas pocas experiencias ejecutándose ahora en campo, y los esfuerzos para un programa nacional de pago por servicios ambientales para vincularlos posiblemente en ese proceso. En Ecuador, existe un proceso similar en el cual el programa público Socio Bosque está efectuando los pagos por servicios ambientales para la conservación de los bosques, y el gobierno está tratando de conectarlos con el proceso de REDD, con el fin de obtener otras fuentes de financiamiento para su programa. Así que, estos son algunos ejemplos que muestran que hay mucha actividad en la región.
P: ¿Está creciendo el apoyo político hacia REDD?
Sí. Los países están empezando a ver REDD como una oportunidad de financiamiento para la conservación de los bosques, así como para llegar a los habitantes pobres de los bosques en regiones marginales que de otra manera tendrían pocas posibilidades de recibir fondos del gobierno. Estos dos motivos son los que están impulsando a los gobiernos. Por supuesto, también hay voces escépticas, que incluso en un país como Brasil, hasta hace muy poco por lo menos de lado del gobierno se oponían a la idea de REDD. Aún puedes oír algunas voces escépticas y ver obstáculos ideológicos que ven a REDD como parte de un modo neoliberal de conservación de bosques. Que en el peor de los casos, esto socava algunas de las fuerzas intrínsecas para la conservación de los bosques por sus propios valores.
P: ¿Qué opinan los grupos indígenas?
Están muy divididos sobre este tema. En Brasil, por ejemplo, existen varias organizaciones indígenas que están preparando proyectos, como el Surui, por ejemplo, que ha elaborado un proyecto de REDD propio. En otras regiones, como Bolivia, por ejemplo, hemos visto algunas reacciones contrarias, justamente en línea de lo que hablé sobre que se está ‘vendiendo el oxigeno a los gringos’, por decirlo en términos populares. Esto puede ser (impulsado) por la inseguridad sobre el proceso, las percepciones erróneas acerca de lo que realmente está en juego. Veremos en los próximos años si las sospechas se desvanecen y avanzaremos.
P: ¿Qué impacto crees que tenga REDD sobre las tasas de deforestación en América del Sur?
Fuera de Brasil tenemos mucha inseguridad sobre lo que los datos dicen en relación a la cubierta forestal. Brasil, a través del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), tiene un control muy confiable de los cambios de la cubierta forestal, incluso en el corto plazo. En otros países, como Ecuador, la última evaluación exhaustiva sobre la cubierta forestal se realizó hace 10 años. Por lo que entonces uno tiene que buscar evidencia circunstancial de lo que está sucediendo. Creo que la evidencia circunstancial fuera de Brasil muestra que probablemente existe menos deforestación ahora, que hace 10 años. Gran parte de esto podría estar relacionado con el hecho de haber tenido una enorme crisis financiera internacional que ha reducido los precios de los productos básicos, que son el principal motor de conversión de los bosques. Ahora mismo vemos un cierto repunte. Veremos si esto inducirá otra vez mayores tasas de deforestación. Si sólo vemos a Brasil, encontraremos un interesante debate sobre hasta qué punto las políticas pueden asumir la mayor parte de la responsabilidad por el descenso de las tasas de deforestación, o si tiene más que ver con la reducción de precios en las materias primas. Eso también es materia de investigación muy interesante y en el que esperamos ahondar.
P: ¿Veremos como REDD ayuda a reducir la tasa de deforestación a corto plazo?
Yo creo que sí. Hemos visto procesos como el del Fondo del Amazonas en Brasil, en donde el dinero está cambiando de manos y donde se ven cambios en el campo. Creo que el reto será pasar de una serie de proyectos pequeños para evitar la deforestación, a un nivel superior de agregación.
Fuente: www.lignum.cl