Con la intervención de instituciones, centros de investigación, universidades, agencias energéticas y asociaciones de propietarios, entre otros agentes, el proyecto tiene un presupuesto de casi 5,6 millones de euros, de los que unos 4,25 proceden de los fondos comunitarios de desarrollo regional.
«Se trata de fomentar las energías renovables en las regiones mediterráneas con una estrategia integrada para el uso de la biomasa forestal residual, para lo que se abordarán los aspectos técnicos y legales, entre otros, teniendo en cuenta la compatibilidad sostenible con otros usos de los montes», señala el comunicado.
El director general de Patrimonio Natural y Biodiversidad, Pablo Fernández, dice que uno de los problemas que afectan a todo el arco mediterráneo es «la acumulación de biomasa leñosa que se deriva de los tratamientos silvícolas y del mantenimiento de las fincas agroforestales, que representa un riesgo medioambiental por la posible provocación de incendios».
En este sentido, apunta que «la dificultad de extraer esta biomasa para proceder a su valorización energética radica en los costes de los procesos empleados y de su logística».
El proyecto Proforbiomed (Promoción de la Biomasa Forestal en el Mediterráneo) pretende crear un mercado de biomasa que favorezca una logística de aprovechamiento eficiente mediante el desarrollo de experiencias piloto que hagan rentables sus procesos de extracción.
Según Fernández, «tendrá un alto impacto socioeconómico en aquellas zonas rurales que se encuentran más próximas a las masas forestales y agroforestales, como es el caso de la comarca murciana del Noroeste».
«La biomasa es la energía renovable que más mano de obra utiliza para su tratamiento y que más puestos de trabajo genera», con lo que este proyecto puede ser «un revulsivo para zonas habitualmente deprimidas demográfica y económicamente», concluye Fernández.
Fuente: www.lignum.cl