Los bosques templados del norte son los que ocupan la mayor superficie terrestre. Pero la mayor densidad de árboles se concentra en la región tropical. Un reciente análisis de Woods Hole Research Center (WHRC) revela estos datos que confirman que los bosques tropicales son el “pulmón” del planeta.
Un mapa realizado por esta organización internacional muestra la forma en que los árboles cubren la Tierra y cómo se distribuyen. Este instrumento fue creado para resaltar la importancia de conservar estos ecosistemas, que cada vez enfrentan más amenazas.
Las altas tazas de deforestación, la tala ilegal de madera, la expansión de la frontera agrícola y la presencia de actividades extractivas ilícitas son algunos de los factores que están poniendo en riesgo a los bosques más densos del planeta.
Uno de los mayores problemas, según la organización peruana Regenera, es que estas zonas se podrían convertir en una fuente de emisiones.
Para medir la degradación de los suelos y de los bosques, WHRC creó un sistema de monitoreo satelital. Esa herramienta permite medir las modificaciones de estos ecosistemas a escala global, antes de que se hayan destruido por completo. El sistema ayuda a medir la pérdida de carbono a causa de las alteraciones.
Según este mapa, la Amazonía es la zona donde se puede ver la mayor densidad de árboles del planeta, pero también es un lugar donde la deforestación continúa avanzando.
En el mundo, esta problemática se asocia sobre todo a la conversión de la tierra forestal en zonas de agricultura. La FAO explica que la demanda mundial de alimentos, la cual se estima crecerá en un 50% para el 2050, está causando que cada vez se utilicen más áreas para fines productivos.
Estos cambios en el uso de la tierra conducen a la pérdida de hábitats, la disminución del agua limpia y la liberación de carbono a la atmósfera.
Para la FAO, uno de los mayores retos en la actualidad es hallar una forma en la que se pueda aumentar la producción agrícola y mejorar la seguridad alimentaria, sin reducir la superficie forestal.
La Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales (FRA), coordinada por la FAO, demuestra que el 31,6% de la superficie terrestre en 1990 estaba ocupado por tierras forestales. En el 2015, esta ocupación bajó al 30,6%, aunque en los últimos años el ritmo de pérdida se ha ralentizado.
A través de imágenes satelitales, el proyecto MAAP de la fundación Amazon Conservation y Conservación Amazónica-ACCA, es otra iniciativa que ha logrado evidenciar la pérdida de bosques. Esta semana se dio a conocer el último informe de este proyecto, el cual se enfoca en la deforestación de la Amazonía colombiana.
Este estudio revela que en la actualidad, esta zona “está experimentando un auge” en relación a esta problemática. Esta pérdida masiva se inició hace tres años y alcanzó el mayor pico en el año 2017. En ese momento se registraron casi 215 000 hectáreas deforestadas, según el reporte.
A través de este sistema se estima que la deforestación se mantuvo alta en el 2018 y puede ser el segundo registro más elevado. Es decir, más de 155 000 hectáreas perdidas.
Las imágenes satelitales muestran que los causantes directos de estas cifras en el país sudamericano han sido la agricultura y la ganadería de pequeña y mediana escala. Estos dos factores son también las mayores amenazas para toda la Amazonía Andina. A estos se les suma la minería aurífera y la construcción de caminos forestales y carreteras.
FUENTE: https://www.elcomercio.com/tendencias/bosques-pulmones-planeta-peligro-ambiente.html#.XIbAnkbINeE.twitter
Opina