El nim, u oro verde como se lo conoce en algunos países, puede ser una redención para las zonas desérticas de la península de Santa Elena así lo explica el director adjunto del Instituto de Investigaciones Fundamentales Alejandro de Humboldt de Cuba, Jesús Estrada Ortiz, quien visita el país invitado por la Federación de Centros Agrícolas del Ecuador para dictar una serie de conferencias sobre el tema.
En Cuba, explica el especialista, el árbol del nim se cultiva en grandes extensiones comerciales y en algunas zonas se ha empleado para recuperar más de 1.000 hectáreas de tierra que fueron erosionadas por los cultivos de caña.
Su ingrediente activo es la azadirachtina, que actúa como insecticida natural de amplio espectro, regulador de crecimiento, repelente, controlador de insectos parásitos en animales, además, es un árbol maderable, sirve para cercas, mejora la calidad del suelo y el medio ambiente.
Actualmente, en Cuba todas las bondades de este árbol los ha llevado a formar agroindustrias. “Hay plantados 2 millones de árboles de nim lo que genera suficiente semilla y hoja para elaborar productos que pueden bajar los costos de producción y reducir importaciones”, explica Estrada.
Anualmente ese país procesa entre 20.000 a 30.000 toneladas de semilla, de las cuales los pequeños productores utilizan un buen porcentaje para elaboración artesanal en sus fincas. Existen tres plantas procesadoras de semilla para producir aceite y en corto tiempo creen poderse dedicar a la exportación una vez que se cumpla con todo el mercado interno, argumenta el investigador.
El aceite se emplea para controlar la sarna en los conejos, la garrapata en ovinos y bovinos, el mildiu (enfermedad) en tomate, pimiento y pepino y el spodoptera (plaga) en el cultivo del maíz.
Aunque en Ecuador también se ha investigado sobre esta planta la realidad es diferente, Oswaldo Valarezo, responsable del Departamento de Entomología del Instituto Autónomo de Investigaciones Agropecuarias (Iniap), expresó que aunque no hay un censo de la cantidad de plantas existentes en el país, el Instituto ha investigado artesanalmente sacando de las hojas y semillas productos que han logrado controlar la mosca blanca en los cultivos de hoja ancha, control de insectos en hortalizas y cultivos de exportación.
Uno de los propósitos del Iniap, explica Valarezo, es posicionarlo como una alternativa a la adaptación y mitigación del cambio climático, con el objetivo de aprovechar la frondosidad del árbol para captación del CO2, solo esperan contar con los recursos necesarios para la ejecución del proyecto, indicó Valarezo.
Manejo Técnico
Las investigaciones realizadas por el experto cubano indican que el nim es una planta muy eficiente en su sistema radicular por lo que busca los nutrientes a grandes profundidades y no requiere de mucha agua para sobrevivir; solo la necesita al iniciar la siembra en el terreno definitivo. El único requerimiento es hacer podas de formación.
El técnico recomienda sembrar en hileras a 6 x 6 o 6 x 8 metros de distancia para evitar competencia entre plantas y que haya una buena fecundación y una producción de frutos aceptable para procesarlos.
Empieza a producir a los tres años y se puede intercalar su siembra con cultivos de ciclo corto o plantas medicinales. Cuando la planta ya está totalmente establecida se puede colocar apicultura o manejar cabras, para que los agricultores puedan tener otras alternativas rentables.
Según el investigador cubano, es un árbol que sirve para reforestar, es de la familia de la caoba, y de un gran impacto ambiental. Tiene la capacidad de fijar el CO2 a través de todo el proceso fotosintético.
Las investigaciones en Cuba han demostrado que puede captar entre 150 y 250 toneladas de CO2 para un millón de árboles.
En el caso específico del Ecuador, en la provincia de Manabí, por ejemplo, zona donde más se cultiva esta planta con un millón doscientos mil árboles, la contribución sería grande al medio ambiente del país, recalcó Estrada.
Fuente: El Universo