Solo el 7 % de los 15 millones de hectáreas de la superficie forestal arbolada de España tiene «certificado» de gestión medioambiental, práctica que respeta los bosques y garantiza la biodiversidad
El sello de certificación forestal permite al consumidor reconocer los productos que se han elaborado en sistemas de producción sostenibles y respetuosos con el entorno.
Papel, cartón, sillas, estanterías y otros bienes derivados de la madera puede aportar beneficios al medioambiente y las áreas rurales si proceden de bosques certificados.
«La mejor manera de conservar la superficie forestal es a través de la certificación de los productos forestales que procedan de zonas gestionadas y controladas para diferenciarlos de los que no», asegura la directora de gestión del Colegio de Ingenieros de Montes, Margarita Hernández.
El objetivo de la certificación es identificar que un bosque o un monte dispone de un plan técnico de gestión que evalúa las acciones sobre el terreno, y confirma así que el uso de su madera no daña el ecosistema, lo que a su vez «garantiza la perpetuidad de los mismos y aporta valor al producto», señaló Hernández a EFEverde.
El Programa de Reconocimiento de Sistemas de Certificación Forestal (PEFC en su siglas en inglés) es uno de estos sellos reconocidos a nivel internacional y llegó a España en 1.999.
«Nunca se debe cortar más de lo que crece, se deben seleccionar los árboles adecuados y saber cuáles hay que dejar para favorecer la regeneración natural de la zona», puntualiza Hernández.
De los 15 millones de hectáreas de superficie arbolada que hay en España, sólo 1.441.168 están certificadas, según el estudio más reciente presentado por PEFC.
Las comunidades autónomas de La Rioja y Navarra son las que tienen un mayor territorio forestal certificado, con un 42 % y un 41 %, respectivamente.
Y aunque los datos son «positivos», el crecimiento es lento, reconoce Hernández.
«Es una producción respetuosa con el entorno, la población y la economía local, que redunda en el beneficio de todo», sostiene.
La certificación forestal no se ciñe únicamente a la madera y sus derivados, añade la secretaria general de PEFC España, Ana Belén Noriega, sino que algunas marcas de té, chicle, hierbas aromáticas, corchos o jamón serrano de bellota cuentan ya con un sello de este tipo.
Empresas como Leroy Merlin, BriCor, Inditex o Ikea ofrecen ya a sus consumidores bienes con sello PEFC, por lo que es muy fácil encontrar este tipo de productos en el mercado.
«Ahora es posible certificar todo lo que surge en un área gestionada, siempre que se garantice que las prácticas son respetuosas con el entorno y la biodiversidad de la zona», explicó la experta.
El respeto a la biodiversidad es fundamental en zonas certificadas con este tipo de sellos, que deben tener inventarios actualizados de las especies y estar perfectamente localizadas en la zona para planificar los trabajos sobre el terreno.
Noriega defiende que la gestión sostenible también «ayuda a prevenir incendios», porque se crea interés en el monte, y «al ser la forma de vida sus habitantes se preocupan de que no se queme».
Los beneficios de la gestión de las áreas forestales, concluyen los estudios, generan puestos de trabajo y fijan la población en las zonas rurales.
Fuente: www.efeverde.com