Al implementar esta iniciativa se comprometen a mejorar su actividad productiva y ambiental.
Grandes actores como CMPC y Masisa realizarán un proceso de transferencia tecnológica con miras a añadirlos a su cadena de valor
En un par de años no será extraño que un consumidor europeo se interese por un mueble cuya materia prima fue elaborada por un pequeño productor de la Provincia de Ñuble. Es más, este exigente comprador perfectamente podrá seguir la huella de trazabilidad de este producto y tener información sobre el predio y el trato ambiental que se utilizó en su elaboración.
Este hecho no está lejos de transformarse en realidad luego de que 57 pequeños actores del mundo silvícola, asociados a la Federación Gremial La Conquista Campesina de Ñuble, firmaran un Acuerdo de Producción Limpia tendiente a mejorar sus prácticas forestales. Esta acción inédita permitirá que estos miembros de la agricultura familiar campesina estandaricen la calidad de su producción con las grandes empresas como CMPC o Masisa. En tanto, estas firmas se comprometieron a implementar un plan de transferencia tecnológica con miras a añadir a los pequeños proveedores a su cadena de valor.
Los beneficios de hablar el mismo idioma
Según Rafael Lorenzini, director ejecutivo del Consejo Nacional de Producción Limpia, es positivo que se realicen estas alianzas que no hacen otra cosa que agregar valor a toda la cadena productiva.
“Después de haber pasado por todos los rubros del sector forestal, celulosa, como tableros y chapas, paneles, papel y aserraderos, vienen las plantaciones silvícolas, donde los representantes de menor tamaño se comprometen a una producción limpia. Lo positivo es que este convenio también es suscrito por empresas como CMPC y Masisa, ya que ellos reconocen la importancia de que los pequeños agricultores entandaricen su producción de manera sustentable”, comenta.
En palabras simples, los pequeños actores forestales agregarán valor a sus productos gracias a la transferencia tecnológica que les brindarán las grandes firmas forestales, con la atenta mirada de este consejo dependiente del Ministerio de Economía. De esta manera estos agricultores tendrán eventualmente un nivel de retornos mayor, gracias a un sistemático trabajo de certificación que se reflejará en la fase de comercialización.
“No nos olvidemos que los pequeños productores deben ser parte de los encadenamientos productivos, no sólo para incorporarse a economías formales, sino que para incorporarse a economías que pagan un mayor valor, lo que en este caso tiene mucho que ver con la capacidad de exportar, por eso este vínculo entre grandes y pequeños es extremadamente potente”, afirma Lorenzini.
Este encadenamiento permitirá cerrar las brechas que presenta el sector y lograr la introducción de buenas prácticas forestales, contribuyendo a mejorar su gestión productiva y ambiental, haciendo de esta forma que la actividad sea reconocida e interaccione como proveedor confiable de maderas para la cadena de valor de la mediana y gran empresa forestal.
La mirada campesina
En la oportunidad el Presidente de la Federación de Asociaciones Gremiales La Conquista Campesina de Ñuble, Miguel Fuentealba, manifestó que este proceso asociativo servirá para consagrar un cambio en la mentalidad de los productores forestales de menor tamaño.
“En un comienzo, cuando los pequeños agricultores comenzaron a plantar sus pinos y eucaliptos, lo hicieron con una visión de ahorro para el futuro para cuando estuvieran más viejos, pero ahora ha cambiado la mentalidad y por eso este convenio es positivo, imagínese la felicidad que será para un agricultor llegar con un trozo de madera a un aserradero, el cual tiene pocos nudos y perfectamente puede ser exportado, pero para eso debemos tener conocimiento”, expresa el referente de la agricultura familiar campesina.
El gran socio campesino
El aporte de este segmento a la industria es importante, ya que al asociarse y aumentar sus volúmenes pueden transformarse en un potencial abastecedor de maderas introducidas (eucaliptus y pino insigne) para las grandes empresas forestales, para lo cual deben lograr estándares compatibles con las certificaciones exigibles a los proveedores de esta actividad, requisito que pueden alcanzar mediante este Acuerdo de Producción Limpia.
“Creemos que la producción de la zona tiene que evolucionar, en el caso de las grandes empresas es más fácil porque tenemos mayor capacidad técnica y siempre se está a la vanguardia en materia de productividad. Es positivo que se trabaje en desarrollo de productores, ya que en este elemento estamos un poco más atrás y esto no es bueno para los pequeños actores, para las empresas ni para el país. Además debemos comprender que esto trasciende a la comercialización”, opina Rodrigo Vicencio, gerente división Forestal de Masisa Chile.
Fuente: www.lignum.cl