Besalco invertirá US$ 600 millones y Arauco, este año, planea desembolsar US$ 120 millones en Chile
Chile tiene la electricidad más cara de Latinoamérica y una de las cinco más costosas del mundo, y el suministro está en un precario equilibrio. Estos dos factores han atraído a actores que no son parte del sector, como forestales, mineras y ahora constructoras. En esta última industria, Besalco ingresó como operador en centrales hídricas en la VII Región, pero quiere ser un actor relevante y prevé inversiones por US$ 600 millones.
En las compañías silvícolas, el ingreso a la industria eléctrica pasó por optimizar procesos, lograr utilizar biomasa -muchas veces desechos forestales- para generar calor. El negocio surgió cuando el remanente se le entregó al Sistema Interconectado Central (SIC) y se crearon unidades corporativas como tales.
Hoy, todas las industrias medianas y grandes tienen generación eléctrica propia. Arauco, del grupo Angelini, consolidó esta actividad en Arauco Bio Energy, que produce 579 MW y entregará al sistema 180 MW. Este año invertirá US$ 120 millones en 60 megawatts (MW) más. No es lo único. Están haciendo mediciones de vientos en Arauco, para ver la opción de energía eólica.
Su modelo de cogeneración -producir para ellos y para el país- también lo desarrollan en Uruguay, donde inyectarán 100 MW a la red de ese país en el proyecto Montes del Plata.
CMPC tiene, en tanto, Santa Fe Energy, un proyecto para producir por biomasa 100 MW en la planta homóloga.
La escandinava Norske Skog tenía 7 MW para consumo propio, pero este año decidió ampliarlos a 27 MW para también suministrar energía al SIC.
Tan rentable ha resultado esta actividad, que hay otras forestales que lo tienen derechamente como negocio, como Papelera Concepción, ligada al empresario Roberto Izquierdo. Éste también desarrolla dos plantas de biomasa en Lautaro.
¿Qué ventajas tiene usar madera para producir luz? Aldo Cerda, gerente comercial de Fundación Chile, explica que la biomasa es más barata que el petróleo y que el gas natural que llega a Chile, y a través de los bonos de carbono, es competitiva con el carbón.
Mineras: con el deber de producir
Las grandes mineras como Codelco, Anglo American y el grupo Luksic entraron al negocio eléctrico básicamente para autoabastecerse. Y es que ante el «súper ciclo» de precios del cobre no se pueden dar el lujo de no producir. Algunas vieron en ello un negocio, como es el caso del ex presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) Alfredo Ovalle, quien al alero de la Minera Las Cenizas hizo Central Las Cenizas, de 17 MW, para producir energía y venderla al SIC en una zona crítica: Cardones, Copiapó.
No es la única. Minera Valle Central, de la canadiense Amerigo Resources, hizo lo propio en la zona de Rancagua, con una central de 25 MW y una inversión de US$ 100 millones.
Otro incentivo es buscar energías más verdes, que permiten mejorar la huella de carbono y hacen a las eléctricas cumplir la Ley de Energías Renovables No Convencionales (ERNC). De ahí que Minera El Tesoro, de Luksic, lleve adelante una inversión de US$ 3,6 millones, para poner paneles solares que reduzcan el consumo de petróleo en la mina.
La apuesta de las constructoras
Besalco tiene grandes planes en energía. «Es un área que tiene un enorme potencial de crecimiento», dice su gerente general, Paulo Bezanilla. Contemplan invertir cerca de US$ 600 millones en tres años en energía, equipos y proyectos inmobiliarios. Su «chiche» son cinco centrales hídricas en la VII Región, en una zona donde también está un tradicional actor del sector, Colbún. Este proyecto demanda US$ 180 millones y hoy estudian la posibilidad de más centrales.
La apuesta energética de la empresa de la familia Bezanilla potenció aún más su negocio al comprar el 68% de Kipreos en US$ 18 millones, una empresa de ingeniería eléctrica experta en montaje de subestaciones.
Este es un modelo que no es usual en la industria. Echeverría & Izquierdo, que logra el 40% de sus ventas de este sector, ha optado por hacer proyectos «llave en mano», es decir, construye y suministra los equipos y hoy levanta proyectos importantes como Bocamina II, de Endesa, y Campiche, de Gener, destaca su socio Fernando Echeverría.
Fuente: www.lignum.cl