Bosques suizos: protegerlos para sobrevivir

Un tercio del territorio de Suiza está cubierto por bosques. En un país de pendientes y grandes montañas, el cuidado de éstas zonas es una cuestión económica, de seguridad y hasta de supervivencia

La reciente 21° Feria Internacional de Manejo Forestal en Lucerna mostró por qué el tema interesa no solo a los ecologistas.

 

Los visitantes del centro de exposiciones de Lucerna se parecen mucho en sus vestimentas y apariencia física: camisas a cuadros, botas de trabajo reforzadas en los pies… muchos músculos.
 
No es extraño: todos están interesados en las novedades de la 21° Feria Internacional de Manejo Forestal: motosierras eléctricas, equipos de seguridad y otras máquinas que automatizan la tala de árboles y su procesamiento.

El sector es importante para Suiza. Según las estadísticas más recientes, un tercio de la superficie del país está cubierto por bosques, lo que corresponde a 1.26 millones de hectáreas, tanto en la planicie como en las pendientes montañosas.
 
En gran parte, propietarias de esos bosques son entidades públicas, como el propio Estado (36%) o corporaciones (35%) como la asociación de burgueses del cantón de Berna. Ya un tercio de los bosques es de propiedad privada, en gran parte son hacendados que disponen de algunas hectáreas  próximas a sus tierras.
 
«Además de funcionarios o dueños de madereras, empleados de las comunas responsables de la administración de las reservas forestales, las personas que vienen son pequeños agricultores que talan árboles de sus bosques para la calefacción o construcción de casas», explica un representante de la  Economía Forestal de Suiza, entidad que reúne a diversos representantes del sector.
 
Al contrario de países como Brasil, Suiza y muchos otros Estados  europeos ya no disponen de bosques naturales. «Aquí ya no existen florestas vírgenes o vida salvaje. En su forma actual, los bosques existen gracias a su aprovechamiento por el hombre, sobre todo la utilización de madera», declaró Rolf Manser, jefe del departamento de Bosques del Ministerio de Medio Ambiente, al diario NZZ.

 

Bosques cumplen una función protectora

Una de las principales funciones de los bosques en Suiza es proteger a los pueblos en los valles próximos a las pendientes montañosas. Según el inventario forestal realizado por el gobierno helvético con apoyo de entidades públicas de investigación, la función protectora es prioritaria para 40% del área del país cubierta por bosques.
 
«Los árboles sostienen las piedras y la nieve durante las avalanchas. También la tierra en caso de lluvias», explica Patrik Steinmann, estudiante de manejo forestal de la Escuela Superior de Agricultura de Zollikofen, en el cantón de Berna.
 
«También retiramos árboles viejos en las pendientes para evitar que rueden montaña abajo y para dejar el paisaje perfecto, como esperan los turistas de nuestro país», agrega.

 

Aprovechamiento también es económico

Los bosques también emplean mano de obra en Suiza. Según el Departamento Federal de Estadística, aproximadamente 13 mil empresas – madereras, investigadoras de bosques o fabricantes de papel y celulosa – ocupan a 82.089 personas.
 
Sin embargo, es un sector que necesita subvenciones federales, pues en muchos casos el trabajo no es rentable a pesar de la demanda creciente de madera para calefacción, construcción y producción de muebles.
 
 En 2010, el gobierno calculó en 40 francos por hectárea las pérdidas, mismas que son compensadas por diversas formas de apoyo financiero, sobre todo en vista de la protección civil y ecológica.

 

Protección desde hace 135 años

La primera ley relativa a la utilización y protección de los bosques entró en vigor en Suiza hace 135 años. «Diversas catástrofes obligaron a nuestros antepasados a proteger los bosques escrupulosamente», declaro el ex-ministro de Medio Ambiente, Moritz Leuenberger en 2001. Una de las reglas que nunca cambió desde entonces es la prohibición de cortar madera sin autorización.
 
La actual ley de manejo y protección de los bosques es considerada tan buena que Suiza decidió participar en un concurso mundial organizado por la ONU en este Año Mundial de los Bosques.
 
La ley helvética disputa el llamado ‘Future Policy Award’ (Premio de Políticas Futuras) con seis países: Bután, Gambia, Nepal, Estados Unidos y Ruanda. El resultado final y la entrega del premio será el 21 de septiembre en Nueva York.
 
¿Pero cómo funciona en la práctica? Un funcionario de la Coordinación de Formación en Profesiones Forestales (Codoc, por sus siglas en alemán) explica: «Antes de que un árbol pueda ser cortado en el bosque se necesita la indicación del empleado forestal».
 
Tampoco el propietario particular de un bosque tiene el derecho de cortar todo para tener una área descampada de plantación. El también necesita autorización. Al máximo puede cortar uno o dos árboles para consumo propio».

Fuente: www.swissinfo.ch