El cambio climático podría combatirse con bosques de árboles y plantas genéticamente modificados, capaces de capturar varios miles de millones de toneladas de dióxido de carbono de la atmósfera cada año.
Esto es lo que señala un estudio reciente realizado por científicos del Lawrence Berkeley National Laboratory y del Oak Ridge National Laboratory de Estados Unidos, a partir del cual los especialistas han presentado estrategias destinadas a aumentar los procesos que las plantas utilizan para captar el dióxido de carbono y para fijarlo en sus raíces, tronco y hojas en forma de carbono.
La idea de los investigadores es alterar genéticamente las plantas y los árboles, de tal manera que éstos envíen más carbono de lo normal a sus raíces. En ellas, grandes cantidades de este gas tóxico sería convertido en carbono orgánico, quedando así fuera de circulación.
Esta estrategia, en combinación con otras, como alterar genéticamente a las plantas para que éstas puedan soportar las tensiones de los hábitats actuales y mejorar así su rendimiento bioenergético y su capacidad productiva, reduciría sustancialmente la cantidad de carbono que la vegetación captura del aire de manera natural, afirman los científicos.
Fuente: Lignum