Vista de dron del río Jarua, en la Reserva de Desarrollo Sustentable de Mamiraua, en la Amazonía brasileña.Esta zona recibe apoyo de bonos verdes.
El Gobierno de Ciudad de México lanzó esta semana al mercado financiero el primer bono de carbono forestal que emite un gobierno local en América Latina, con el objetivo de que esta herramienta económica para empresas permita reducir las emisiones de contaminantes, así como auxiliar a los bosques.
El alcalde de la capital, José Ramón Amieva, expuso que los ingresos de este primer bono se usarán para acciones de conservación y mantenimiento del Ejido San Nicolás Totolapan, que se calcula que en cinco años capturará 32 603 toneladas de carbono, las cuales también se podrán comercializar en los mercados.
Asimismo, el gobernante explicó que un bono de carbono es equivalente a 1 000 kilogramos de carbono capturado disponible para comprar y vender en los mercados y que durante un año saldrán a la venta otros 3 909 bonos. Una estrategia que gana terreno a escala global.
Los bonos de carbono constituyen una herramienta económica que puede tanto disminuir la tala excesiva que sufren los bosques y aumentar la reforestación de los mismos.
Esto se debe a la labor de los bosques como sumideros de carbono, puesto que acumulan grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2) y lo convierten de manera natural en oxígeno.
Este mecanismo, creado dentro del Protocolo de Kioto, resulta un aliciente para las empresas y entidades gubernamentales a la hora de descontaminar el planeta. Este sistema implica la compra de un certificado o permiso (a través de impuestos u otros modelos) para la emisión de una tonelada de carbono. El valor recaudado se invierte directamente en proyectos resilientes, como la protección de bosques.
De acuerdo con el informe ‘Situación y tendencias de la fijación del precio del carbono en 2018’, del Banco Mundial, las iniciativas en torno a estos bonos todavía no llegan a cubrir las expectativas. Apenas existen 45 iniciativas nacionales y 25 subnacionales, las cuales absorben 11 gigatoneladas de equivalente de dióxido de carbono, correspondientes al 20% de las emisiones globales.
En materia económica, de los bonos de carbono que se emitieron el año pasado resultaron USD 33 billones de ingresos para los países y ciudades que cuentan con este sistema. En el 2018 se estima que será de USD 82 billones.
FUENTE: https://www.elcomercio.com/tendencias/bonos-carbono-conservacion-bosques-mexico.html
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