Uruguay
La meta de instalar 200 Megavatios (MW) de biomasa para generar energía parece alejarse. Privados aducen problemas de competitividad y el gobierno no ve «razonable» elevar los precios que paga en los contratos porque hay otras alternativas.
Uno de los objetivos que se alcanzó en los acuerdos multipartidarios en materia energética fue el de incorporar al menos 200 Megavatios (MW) nuevos de biomasa a la matriz de generación en este período. Por ese motivo, a principios de este año el gobierno aprobó un decreto por 12 meses para incentivar la instalación de esta tecnología ofreciendo un precio fijo para contratos a 20 años para proyectos de hasta 20 MW. Sin embargo, cuando restan seis meses para culminar ese plazo no se ha presentado ningún interesado.
Fuentes oficiales reconocieron a El País que «la biomasa en Uruguay es compleja». Agregaron que hoy con los precios que ofrecen los privados en las licitaciones eólicas que rondan los US$ 90 por Megavatio/hora es más «conveniente» sumar esta energía porque la biomasa está planteando un piso de US$ 110 por Megavatio/hora (MW/h).
En tanto, el presidente de la Asociación Uruguaya de Generadores Privados de Energía Eléctrica (Augpee), Miguel Fraschini, dijo a El País que si no existe un cambio en la política del Ejecutivo «será difícil» cumplir con la meta de 200 Megavatios con la estructura de costos que deben afrontar las empresas en la inversión de estos proyectos.
«Si no se reconoce que la generación de biomasa tiene cierta complejidad que no está correctamente evaluada como los costos de transporte y la caída del tipo cambio, vamos a tener muy poca respuesta a la meta que se fijó el gobierno», agregó.
Fraschini comentó que Europa paga precios mínimos de US$ 140 por MW/h generados con máximos de más de US$ 200 MW/h.
«Mientras, en Uruguay aspiran a que se presenten proyectos que cobrarían un máximo de US$ 107 por MW/h», explicó.
En ese sentido, dijo que hoy el único negocio rentable para la biomasa lo tienen aquellas empresas que tienen un excedente en desechos de maderas como las pasteras. Fuentes oficiales adelantaron a El País que UTE tomó en cuenta una sugerencia que hicieron los generadores privados para corregir la paramétrica de precio que se paga a los contratos vigentes con biomasa producto de una caída de los mismos.
Es que la paramétrica de los contratos tiene atado un indicador ajustado a la variación de la tasa Libor la cual pasó de estar a 5% hace tres años a 0,4% actualmente.
«Vamos a presentar una propuesta para que los precios no tengan grandes volatilidades a futuro tanto para los privados como para UTE», explicaron los informantes.
Por otro lado, las fuentes oficiales comunicaron que habrá un cambio respecto al contrato de adhesión con UTE para que todos aquellos privados que se presenten al llamado de 200 MW puedan negociar libremente con la empresa.
«La idea es fijar nuevas condiciones generales para proyectos que puedan estar entre 20 MW y 50 MW», adelantaron las fuentes. De hecho, ya existe una propuesta de la firma sueca UPM para instar otra planta de cogeneración con biomasa de 50 MW.
Fuente: www.lignum.cl