En la madrugada del pasado jueves se inició un incendio forestal en la zona de Monteserrín, en el norte de Quito, a la altura de la Casa de la Selección, al borde de la av. Simón Bolívar. A este se le sumaron dos más, en El Panecillo y en La Toclla (Conocoto).
Según el Cuerpo de Bomberos de Quito, el fuego ha consumido 657 hectáreas desde junio hasta el miércoles pasado. De ese total, 250 hectáreas fueron afectadas solo en la primera semana de este mes. Los incendios se produjeron en las zonas del cerro Casitagua, en la av. Rumiñahui, los valles de Tumbaco y Los Chillos, Guayllabamba, Puengasí, Checa, Pifo, Puembo y el cerro Ilaló.
El lugar más afectado en los últimos días fue el cerro Casitagua, ubicado en el sector de Pomasqui. El martes pasado, las llamas extinguieron aproximadamente 50 hectáreas de bosque.
El Cuerpo de Bomberos presume que la mayoría de las quemas fue intencional. Dijeron que las causas son diversas. Las personas incineran su basura y con el viento el fuego se traslada a otras zonas. También se produjeron incendios por las quemas agrícolas que se aplican en diversos sectores.
En caso de que los incendios sean provocados, la sanción es de tres a seis años de reclusión, según la gravedad del caso. Hasta el momento no hay detenidos.
El tiempo para apagar los incendios ha aumentado por las condiciones topográficas en los sitios. Por ejemplo, los cerros, laderas o quebradas son lugares de difícil acceso, lo que impide el ingreso de la maquinaria. Ahí, el fuego debe ser apagado manualmente. El clima, el sol, el viento y el suelo seco empeoran las labores de los miembros de la casaca roja.
En el Distrito Metropolitano están identificadas 54 zonal vulnerables a incendios forestales. Para tratar de vigilarlas, desde mediados de junio entró en vigencia el Plan Fuego 2012. (CG-NJ)
Fuente: Diario Hoy (www.hoy.com.ec)