El primer ministro ruso, Vladímir Putin, aseguró hoy que la superficie quemada este año en incendios forestales es menor que en 2008 y 2009, pero que éstos se cebaron en las regiones más pobladas del país.
Según Putin, este año se quemaron en torno a 1,6 millones de hectáreas de bosques, en su mayoría en las regiones centrales y las bañadas por el río Volga, citado por las agencias rusas.
El jefe del Gobierno vinculó los incendios forestales de los últimos meses con el calor más abrasador que se recuerda en este país y la falta de precipitaciones.
No obstante, la organización ecologista Centro de Conservación de la Biodiversidad considera que el área de bosques arrasada este año en Rusia asciende a entre diez y doce millones de hectáreas.
Putin también se defendió de las críticas por el hecho de que la reforma de la ley forestal aprobada cuando él era el presidente fuera una de las causas de la incapacidad de las autoridades locales para prevenir y frenar el avance del fuego.
«En la mayoría de los casos el fuego llegó a los centros de población desde los bosques. Por supuesto, los cambios introducidos en consonancia con la ley forestal no empeoraron la situación», dijo.
Putin explicó que si las autoridades centrales «al ceder a las regiones y entes federados rusos el derecho y la obligación de proteger los bosques de los incendios, también se les entregaron los equipos (contra incendios), pero estos envejecieron».
En su opinión, las autoridades regionales «hicieron muy poco» para mejorar los equipos a disposición de los cuerpos que se ocupan de sofocar los incendios.
Con el fin de coordinar la lucha contra los incendios forestales, Putin adelantó que el Gobierno creará un órgano federal que será el encargado de garantizar la seguridad de los bosques en Rusia, país que alberga un 23 por ciento de la superficie boscosa del mundo.
Putin ha prometido que se replantarán todos los árboles que resultaron quemados durante los incendios, para lo que se asignará 2.500 millones de rublos (75 millones de dólares).
Recientemente, el presidente ruso, Dimitri Medvédev, ordenó revisar la polémica ley forestal y recuperar la figura del guardabosques, prácticamente eliminada tras la reforma respaldada por Putin.
Medvédev aseguró que «es evidente que (la ley forestal) incluye algunas normas que exigen cambios, en particular en lo que respecta a la gestión de la reserva forestal».
Greenpeace denunció que la reforma de la ley forestal supuso la eliminación de 70.000 puestos de guardabosques en Rusia, país que acoge el 23 por ciento de la superficie boscosa del planeta (809 millones de hectáreas).
Esa nueva normativa también eliminó la aviación forestal y entregó la responsabilidad de la protección de los bosques a las regiones y los arrendatarios, que en muchos casos se negaron a respetar las medidas de seguridad contra incendios.
De acuerdo con los analistas, el coste de los incendios y la sequía es equivalente a un 1 por ciento del crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) ruso para este año.
Fuente: Google noticias