Científicos aseguran que altas temperaturas son evidencia de la acción nociva del hombre.
En caras opuestas de la moneda se encuentran algunos científicos alrededor del mundo. La razón de ello es el origen de la intensa ola de calor que desde junio azota a buena parte del territorio ruso y que ha provocado decenas de focos de incendios en el país.
El debate que incluso llegó a las altas esferas del Kremlin, se centra en torno a si este hecho es un efecto directo del cambio climático que afecta al mundo.
El Presidente de Rusia, Dmitri Medvedev -un escéptico de las consecuencias del efecto invernadero-, declaró que «lo que está pasando debe ser un llamado de atención para nosotros, todos los líderes de Estado y organizaciones sociales, para tomar una postura mucho más enérgica para contrarrestar los cambios globales en el clima».
A los dichos del mandatario se sumaron las afirmaciones hechas por Greenpeace Internacional y la organización medioambiental WWF, quienes vincularon las altas temperaturas registradas en Rusia -y que según los pronósticos podrían prolongarse por los próximos 10 días- con la evidencia de los efectos nocivos del calentamiento de la tierra provocado por la acción del hombre y la contaminación.
Alexei Kokorin, director del programa de energía y clima de la WWF en Rusia, aseguró a la cadena británica BBC que las temperaturas de sobre 40° Celsius que se han anotado en Rusia, muestran una tendencia que continuará por los próximos 40 años. «Esta tendencia no se detendrá si las emisiones que producen el efecto invernadero no se reducen», dijo, agregando que «ahora podemos decir que la ola de fenómenos climáticos anormales que el resto del mundo ha presenciado, finalmente alcanzó a Rusia central».
Según el experto, aparte de las inusuales altas temperaturas registradas en el país, en la costas también ha sido posible observar medusas, generalmente asociadas a aguas calientes.
Otros expertos, sin embargo, atribuyen el intenso calor a la influencia del fenómeno de El Niño, que cambia la circulación de las corrientes marinas, provocando una superposición de aguas cálidas sobre las frías.
Jeff Knight, científico de la oficina británica de Meteorología, explicó a la cadena BBC que las anomalías climáticas han provocado que «mientras está muy caluroso en el oeste de Rusia, está más frío en las zonas adyacentes a Siberia, desde donde corrientes frías se han extendido al sur».
Una postura contraria a la vinculación entre el cambio climático y las altas temperaturas en Rusia es la que sostiene el astrofísico y fundador de la Fundación Acción Climática, Piers Corbyn. Según el experto, «el clima siempre ha cambiado, y no tiene nada que ver la acción del hombre. De hecho, nosotros predijimos que habría altas temperaturas en Rusia y Europa del Este, debido a patrones de circulación que han cambiado por la actividad solar y las fases de la Luna», aseguró en una entrevista con la cadena rusa RT.
El intenso calor ha hecho aumentar el número de decesos en Moscú y la pérdida de millones de dólares en terrenos cultivables.
Fuente: Lignum .cl