El gobierno ofrecerá incentivos para agregar más valor a la cadena de la madera en los próximos cinco años pero descartó volver a una política de subsidios como en
el pasado. El sector tendrá participación en el plan socio-habitacional Juntos.
En el marco de la segunda edición de la Feria Internacional Maderexpo que fue
inaugurada en el predio del LATU el gobierno y los privados intercambiaron
opiniones sobre la cadena de la madera en el mediano plazo.
El ministro de Industria Roberto Kreimerman, dijo en su exposición que el gobierno
aspira a elevar el valor agregado bruto de la madera -que hoy está en 27%- a un
57% al final del período y que para ello el gobierno «colaborará» con instrumentos
que permitan alcanzar ese objetivo.
En ese sentido, el funcionario anunció que en los próximos días estará publicado el
decreto que prevé la incorporación de unos 200 megavatios de energía eléctrica
generada a partir de biomasa. UTE deberá firmar un contrato con el privado por un plazo de 20 años donde le asegurará un precio fijo por la electricidad generada y, a diferencia de la eólica, no se hará un llamado a licitación.
Por otro lado, Kreimerman señaló que el desarrollo de la infraestructura en el país
traerá aparejado el crecimiento y surgimiento de pequeños aserraderos, y que la
reglamentación de la ley de compras públicas incluye las adquisiciones de
mobiliario. Además recordó que se está terminando de ajustar una red de
proveedores para las megainversiones que incluye al sector.
Asimismo, el ministro informó que el plan socio-habitacional Juntos que prevé la
construcción de miles de viviendas en el quinquenio (que tendrá una inversión de
unos US$ 900 millones) tiene dentro de sus objetivos la «incorporación de la
madera. Es cierto que este programa tiene un componente social, pero abre una
puerta industrial», afirmó.
Impuestos. Según el informe «Desafíos y Oportunidades 2010-2015» que entregó el
Banco Mundial al gobierno, es necesario en el corto plazo «revisar el tratamiento
impositivo para las inversiones del sector, equiparando el tratamiento de IRAE para inversiones gestionadas por terceros».
Gerardo Barrios, presidente de la Sociedad de Productores Forestales de Uruguay,
afirmó que es posible pensar en duplicar el área destinada a la madera y alcanzar
los 2 millones de hectáreas. Al tiempo que proyectó una producción anual de 12
millones de metros cúbicos para el año 2015.
No obstante, comentó que Uruguay debe «apostar» a un modelo similar al chileno
y fomentar las nuevas plantaciones. El subsidio para el sector forestal fue eliminado en el año 2005. Para Barrios hay un concepto «equivocado» en el gobierno al «castigar las replantaciones. Si plantamos perdemos los beneficios, entonces muchos empresarios pueden optar por dejar el rebrote y no invertir en tecnología», advirtió.
El ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre, respondió a este planteo en
declaraciones a al prensa y dijo que «desde que se eliminaron los subsidios en el
año 2005 se plantaron 280.000 hectáreas más.
Esto prueba que la actividad forestal es rentable por sí misma». Agregó que si el
subsidio sale de «todos los uruguayos, qué necesidad tiene una actividad de ser
subsidiada cuando tiene una rentabilidad auténtica y genuina».
Fuente: Lignum