Cuba: por revertir la pérdida de áreas boscosas en el mundo

Hoy el país se ubica entre los pocos que incrementan los bosques, proceso desarrollado en la nación caribeña a un ritmo de 67.000 hectáreas anuales y con el cual se pretende alcanzar en el 2015 un área equivalente al 29,3 por ciento del territorio cubierto de árboles.

CUBA (JULIO 2010).- Los árboles son esenciales para la vida en el planeta, sin embargo, cada año desaparecen extensas áreas boscosas que son primordiales para contrarrestar el deterioro del Medio Ambiente y la extinción de muchas especies.

Aunque de acuerdo con la FAO, Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, se ha registrado una cierta disminución en el nivel de deforestación, todavía en regiones como África y América del Sur las cifras son alarmantes.

A pesar de que desde 1969 el mundo celebra en este mes de junio el Día Internacional del Árbol, todavía muchos olvidan que esas plantas están junto al ser humano desde el principio de nuestra historia, por lo que sus beneficios son conocidos y aprovechados desde hace miles de años.

Cuba no es ajena a este festejo y cada 21 de junio se movilizan numerosas personas para plantar árboles. La política diseñada por el gobierno ha posibilitado incrementar el área boscosa en el país, que antes del triunfo de la revolución solo contaba con un 13, 4 por ciento.

Hoy el país se ubica entre los pocos que incrementan los bosques, proceso desarrollado en la nación caribeña a un ritmo de 67 000 hectáreas anuales y con el cual se pretende alcanzar en el 2015 un área equivalente al 29,3 por ciento del territorio cubierto de árboles.

Reportes del PNUMA, Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, ubican a Cuba en la lista de honor de los países más sembradores de árboles. En la actualidad exhibe 2.700.000 hectáreas de cubierta forestal, lo que representa el 24,5 por ciento del territorio, proceso favorecido mediante la estrategia de sembrar más del doble de la cantidad que se tala.

Esto ha sido posible gracias a los diferentes proyectos llevados a cabo por las autoridades y en el que se inscribe el Plan Turquino- Manatí, programa socio-económico dirigido a beneficiar a la población residente en los macizos montañosos para lograr la explotación de forma sostenible los recursos naturales y biológicos de esas áreas.

También ha sido primordial la aprobación en 1998 de la última Ley Forestal, soporte jurídico necesario para el incremento y desarrollo sostenible del patrimonio forestal de la nación.

Cuba trabaja intensamente por resguardar y aumentar su área boscosa, consciente de que la deforestación es una de las principales causas del cambio climático que hoy amenaza la existencia misma de la humanidad.

Fuente: http://www.argentinaforestal.com/noticia.php?id=5987