Se realiza una propuesta arquitectónica en el valle de Cumbayá específicamente en el Chaquiñán con la finalidad de revalorizar espacios naturales no consolidados en la ciudad. Es un domo con sistema modular armado y se mantiene en principios de economía sostenible y tecnología aplicada a la construcción.
El diseñador Fabrizio Tozzoli explicó que se utilizó el sistema Digital Fabrication. Este consiste en el corte automático de las piezas modulares con el que se logró una estructura liviana, sismorresistente y, sobre todo, sencilla.
El objetivo de Kikinta es que en este proceso participe la comunidad en conjunto con profesionales para poder recuperar plantas endémicas.
La coordinadora del proyecto, Paola García indica que se debe aprovechar este espacio para transmitir conocimiento mediante capacitaciones y talleres sobre temas agrícolas. Señala que “La intención es que este espacio se convierta en un museo vivo para educar a la gente sobre la vegetación que debe conservarse al borde de la quebrada”.
El lugar está construido con madera tropical, formaleta plus, policarbonato lechoso, bisagras, tornillos y cuerda poliamide. Tiene una capacidad para 30 personas sentadas y el tiempo de armado es de cuatro días aproximadamente.
Hasta el momento se ha concluido la primera fase del proyecto con la construcción del domo, en la segunda se reforzará con un vivero de especies endémicas, las cuales varían según la temporada. Esto se realizará a inicios de 2017 y está a cargo de los estudiantes y profesores de Arquitectura de la Universidad San Francisco de Quito con apoyo de la Cervecería Nacional.
FUENTE:
http://www.elcomercio.com/construir/kikinta-arquitecturareversible-proyecto-cumbaya.html
Sería bueno que en este tipo de proyectos se utilice el Bambu por todas sus bondades tanto ecológicas como para su diseño.