Una nube negra cubrió ayer parte del nororiente de Quito. Un voraz incendio forestal afectó desde las 13:30 las partes alta y baja del Parque Metropolitano. Las llamas avanzaron hasta los tanques de agua de la Epmaps que están en el interior de este lugar.
El humo obligó a los vecinos del sector la Granja, en la Av. Simón Bolívar, a buscar agua en los baldes y tanques de sus casas. Este barrio, ubicado en los Altos de Miravalle, no cuenta con un sistema de alcantarillado ni de agua potable.
“Cuando llegaron los bomberos nos pidieron agua, pero no teníamos. Nosotros recibimos el líquido en tanqueros”, narró Faustino Lamiña, morador del sector.
Una cancha de voley en el centro de esta comunidad queda junto al bosque. Ninguna de las casas de este sector resultaron afectadas pero buena parte de los árboles quedaron carbonizados.
La situación en el Metropolitano fue tal que se activó el Comité de Operaciones Emergentes (COE) del Distrito Metropolitano.
La energía se interrumpió
Por la emergencia, las redes de distribución de energía eléctrica resultaron afectadas. Ante esto, la Empresa Eléctrica Quito (EEQ) desconectó las subestaciones 33, Nuevo Aeropuerto y la 36, que alimenta a las viviendas de Miravalle, Cumbayá, Pifo, Puembo y Tababela. La medida se mantuvo hasta las 21:27. Se explicó que los cables de alta tensión atraviesan por el sector del incendio.
Sin embargo, no se afectaron las operaciones del aeropuerto Mariscal Sucre, en Tababela, porque se usó una red de energía alterna. Lo que sí se cerró al tránsito fue el paso de norte a sur por la avenida Simón Bolívar, entre la Granados y el intercambiador de Monteolivo (en sentido contrario la movilidad fue parcial). Las llamas alcanzaron el talud oriental de la vía. La circulación se reabrió luego de casi dos horas, en las cuales los equipos contraincendios controlaron el fuego en el sector.
En esos trabajos, según la Secretaría de Seguridad del Municipio, participaron aproximadamente 600 personas, entre policías metropolitana y municipal; bomberos y militares. Desde helicópteros, del Ejército y de la Policía, también se arrojó agua para sofocar el fuego. Las naves se abastecían de líquido en el reservorio del valle de Cumbayá, en el oriente de Quito.
Desde las 14:30 también fue irregular el tránsito por el túnel Guayasamín de la vía Interoceánica, el cual -por el siniestro- se convirtió en el principal acceso a Cumbayá desde el norte de Quito.
María José Sosa iba desde el estadio Atahualpa, junto con su esposo, Javier Argüello, hasta Tumbaco. Ellos se detuvieron para ayudar a los bomberos. La mujer cuenta que vieron cómo, en cuestión de segundos, las llamas consumieron parte del extremo oriental del Parque Metropolitano.
En Quito llovió ceniza
El humo por el incendio en el Metropolitano y por otro siniestro en el cerro de Auqui contaminó el aire de Quito, en especial en los sectores de La Floresta, La Vicentina, Guápulo, González Suárez, El Batán, Jipijapa y El Inca.
Sobre esta área se registró una lluvia de ceniza y material orgánico quemado. Tomás Guayasamín, morador de Guápulo, relató que las partículas cayeron sobre su casa. Por la tarde, una nube negra de humo cubría el sector de la González Suárez. Carlos Aguirre, morador del sector, tuvo problemas cuando regresó a su casa, diagonal al Hotel Quito. “Llegué de viaje hoy y encontré mi casa llena de humo. No se puede respirar y ahora me voy a buscar un hotel”.
Por la humareda Tomás Revelo, también de Guápulo usaba mascarillas para que “no nos afecte a la garganta”. Lupe Rodríguez, de La Floresta, llevó a sus dos hijos de 10 y 14 años a casa de su abuela en el sector de la Rumiñahui, en el norte, para escapar del intenso olor. “Espero que para la noche el humo se disperse, sino tendremos que pedir que mi mamá nos reciba en su casa hasta mañana”.
“Nadie viene por aquí”, dijo Rafael Simbaña, morador del barrio Monteolivo, en el sector de Miravalle Alto, ubicado sobre la avenida Simón Bolívar. Relató que antes de la 13:00 vio una humareda pequeña, en la parte oriental de su casa, cuando almorzaba. Su esposa alertó a las unidades de emergencia.
Las 18 familias del sector temían que las llamas pudiesen afectar sus hogares, así que tuvieron que usar el agua comprada a los tanqueros y la que recogen de la lluvia para apagar el fuego.
Pirotecnia en el parque
A la hora del incendio, en el Parque Metropolitano había centenares de personas, entre deportistas y familias en actividades recreativas. El Municipio recomendó a la ciudadanía no ingresar al espacio verde. La vegetación de una parte del norte del espacio se redujo a un manto blanco de ceniza.
Dada la emergencia, el Ministerio de Defensa movilizó a 100 militares y dos helicópteros (un MI 171 y un Súper Puma) para que ayudasen a combatir el fuego.
A las 17:00, el Municipio informó que el fuego estaba controlado, aunque no había sido apagado. 21 hectáreas, de las 557 del parque, es decir el 4% del área verde, se consumieron. Bomberos halló entre las cenizas restos de pirotecnia huellas de pisadas. Se recogieron muestras y se tomaron fotos. Las evidencias se someterán a análisis.
Al cierre de esta edición (21:30), todavía había llamas y las tareas de combate continuaban.
Puntos de vista
Christian Rivera
Paramédico del Samur
La ayuda se hizo presente de manera inmediata
A las 12:30 de hoy (ayer) se pudo divisar en la zona noroccidental del Parque Metropolitano una gran columna de humo. Inmediatamente, el Cuerpo de Bomberos de Quito, el Municipio, la Policía y paramédicos del Samur acudieron al lugar. Hasta el momento se ha quemado una gran cantidad del parque. Las zonas del mirador 4 y 5 están completamente destruidas y hace un momento (16:00) se evacuó la comunidad de Miraflores en la parte baja del parque. También han ayudado los autotanques de la Empresa Municipal de Agua Potable y otros equipos de socorro así como la comunidad como ciclistas que estaban en el lugar.
Daniel Pontón
Experto en seguridad ciudadana
Los helicópteros no llegaron inmediatamente a la zona
Este evento es fuera de lo común, frente a lo que pasó el año pasado, cuando hubo varios incendios que toparon varios puntos sensibles sobre cuán preparado está el país institucionalmente para afrontarlos, como la falta de helicópteros, etc. Hoy (ayer) yo estuve en Tumbaco y desde ahí se pudo ver el incendio. Este empezó al mediodía, pero tuvo que pasar unas horas para que pueda llegar el helicóptero. La pregunta es qué pasó con los mecanismos de respuesta inmediata, pese a que ya se tiene experiencia de que los incendios se complican más todavía cuando hay vientos fuertes, un verano fuerte. Yo no vi una respuesta inmediata.
Patricio Mena
Botánico de Ecociencia
‘Aves, insectos y roedores pequeños, los más afectados’
Las secuelas serán inmediatas y otras a largo plazo. Si el incendio no afectó en forma definitiva, al ser un bosque de eucalipto, esta especie de árboles tiene la capacidad de regenerarse en poco tiempo. El problema será para especies de aves como gorriones, mirlos, colibríes, tórtolas… que aprendieron a vivir entre estos árboles. Al quemarse la vegetación de las quebradas se habrá destruido sus nidos. En estos sitios viven roedores pequeños, saltamontes, mariposas, arañas, libélulas, escarabajos, etc. Cada uno es importante en el ecosistema para evitar la proliferación de una u otra especie.
Fuente: Diario El Comercio
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