Esta iniciativa tiene como objetivo proteger los bosques y páramos nativos. Esto como una de las estrategias para reducir la deforestación, cuyo índice se calcula que está entre las más altas de América del Sur. Los expertos coinciden en que al menos 200 000 ha de bosque se pierden cada año.
Como un mecanismo de incentivo, Socio Bosque entrega a los propietarios individuales o comunitarios entre USD 25 y 30 anuales por cada hectárea conservada.
Las estadísticas revelan que el primer rubro de inversión de los socios comunitarios (31%) corresponde a actividades productivas como trabajo agrícola, cajas comunales y el ecoturismo.
El programa se financia con fondos del Estado y con aportes como el del Grupo financiero alemán KfW, que donó 10 millones de euros.