En Bolivia la exportación de madera tuvo un descenso del 25% hasta el mes de junio

De enero a junio de este año, las exportaciones de madera y los productos maderables bolivianos alcanzaron US$ 36.192 millones en ventas, lo que representa una disminución del 25,5% con relación a los US$ 48.535 millones reportados en el mismo periodo de 2011, según la Cámara Forestal de Bolivia (CFB).

El presidente de esta entidad, Jorge Ávila, a través de un cuestionario respondido a Informe La Razón, señala que la principal causa de esta disminución es la crisis económica que atraviesa el bloque de la Unión Europea. “Esto ocasionó que China, cuyo principal mercado de exportación es la Unión Europea, también disminuya en sus compras”.

Además, Ávila menciona a Estados Unidos, que todavía no muestra señales claras de recuperación económica, lo que provocó que la comercialización de madera a ese país siga disminuyendo. En cuanto a las naciones vecinas, con excepción de Chile, explica que las exportaciones tuvieron una notable caída debido a las trabas impuestas para las importaciones. En Brasil, precisa, fue porque en el primer trimestre su economía se frenó, creciendo marginalmente cerca de 0,2%. “Según el Banco Central de Brasil ese crecimiento puede llegar a menos de 2,5%”.

Pero existe otro motivo para los malos números expresados por Ávila, esta vez originado en el mercado nacional: la revalorización de los productos maderables y la falta de inversión ocasionada por la incertidumbre con relación a la Ley de Bosques que se estaría gestando, infiere el especialista.

Gary Antonio Rodríguez, gerente del Instituto Boliviano del Comercio Exterior (IBCE), pronostica que como resultado de esta caída en las exportaciones, se puede venir una crisis económica que afectará, sobre todo, a las empresas exportadoras del rubro, que generan la mayor cantidad de mano de obra en Bolivia. Añade que ello igual repercutirá en sectores sociales, ya que los exportadores se aprovisionan de materia prima proveniente de comunidades indígenas y de agrupaciones sociales.

El departamento más preocupante es Santa Cruz, que brinda la mayor cantidad de madera y productos maderables fuera de las fronteras. Sus especies más cotizadas son: tajibo, morado, roble, curupaú, almendrillo, cuchi, serebó, paquió, cedro y tarara. Estados Unidos, Chile Venezuela, Alemania, Argentina, China, Francia, Brasil, Italia, Bélgica son los países que más las requieren.

Rodríguez informa que al contrario de lo ocurrido con la madera, las ventas externas de los hidrocarburos, soya, azúcar y joyería, aumentaron un 24% de enero a mayo de este año, con respecto a mismo periodo de 2011. Un ejemplo es la soya, que recaudó US$ 179,607 millones, cuando el año pasado logró US$ 259,496 millones.

El ingeniero forestal costarricense Gustavo Solano considera que la amenaza del cambio climático y su solución no atañe a un solo sector, por lo que debe ser encarado por todos los actores públicos y privados. Y los bosques podrían jugar un papel muy importante para mitigar el fenómeno.

A la par, señala Solano, la gente debería cambiar sus patrones de consumo para ayudar a la protección y conservación de estos recursos. “Utilizamos demasiada madera y demasiado papel, y cada vez necesitamos muchas áreas de cultivo, urbanizaciones e infraestructura, y para satisfacer esas necesidades, los árboles son talados o quemados. También el creciente consumo de carne (que requiere de grandes áreas para producción de forraje) y la demanda de biocombustibles inciden en la deforestación”.

En tanto, el especialista en proyectos ambientales Víctor Hugo Gutiérrez opina que los daños que el contrabando de madera ocasionan a Bolivia no son sólo de orden tributario o impositivo.“La extracción de árboles no respeta reservas forestales, ni diámetros mínimos de corta, por el uso indiscriminado de la motosierra de cadena en vez de sierra cinta, que genera altos niveles de desperdicio, y por incentivar malas prácticas a comunidades originarias”.

Fuente: Lignum (www.lignum.cl)