La sequía y el calor extremo reavivan las llamas en cinco provincias argentinas. Los incendios mataron a dos personas en San Luis, hirieron a otras dos en Córdoba y solo en esta última provincia arrasó con más de 50 mil hectáreas en 17 localidades de cinco departamentos de las sierras. El panorama en campos de Salta, Tucumán y Jujuy era igual de complicado hasta anoche; en Río Negro, Neuquén y Mendoza los bomberos habían logrado apagar las llamas.
El fuego, incontrolable en las sierras cordobesas, tiene en jaque a varios poblados, obligó la evacuación de unas 500 personas e hirió a dos de manera grave. A los bomberos de esa provincia, que trabajan contrarreloj, se sumaron los gendarmes y equipamiento enviados por el Gobierno nacional. En esa zona todos ruegan que la lluvia se adelante.
El gobernador José Manuel de la Sota dijo sin vueltas que “no hay forma de parar el fuego, es impensable detenerlo hasta que llegue la lluvia”. Luego de asegurar que la Provincia cuenta con los elementos para seguir combatiendo la emergencia y de agradecer la ayuda nacional, el mandatario le pidió a la gente que no viaje a las sierras. Y el pronóstico no es el mejor: los meteorólogos anticiparon que estas 48 horas serán peores, con una temperatura de 40 grados y vientos de entre 50 y 60 kilómetros por hora.
“Ya tuvimos muchas pérdidas ambientales y materiales pero no de vidas, que es lo que más importa. El fuego avanza, pero tenemos todo para pasar el mal trago: la mejor tecnología, aviones hidrantes y autobombas, equipamiento que es de lo mejor de Argentina”, dijo De la Sota luego de sobrevolar el área afectada.
El valle de Calamuchita no es la única zona afectada en Córdoba. También la estaban pasando mal en Alta Gracia, Villa Yacanto, Ciudad América, Agua de Oro, Potrero Garay y Santa María de Punilla.
La llamada de la Presidenta
La presidenta Cristina Fernández se comunicó ayer con el gobernador De la Sota y le transmitió la “total disposición” del Gobierno nacional. Luego viajó al lugar el secretario de Seguridad, Sergio Berni, y se dispuso enviar aviones hidrantes para ayudar a combatir los incendios que se prendieron el viernes anterior en un campo agrícola.
“Hemos recibido las directivas de la Presidenta para ponernos a total disposición del Centro de Operaciones y de Protección Civil de Córdoba, como corresponde ante esta demanda. No es cuestión de poner voluntarismo, porque a veces las ganas de colaborar entorpecen”, dijo el funcionario.
Más de 400 hombres de diversas fuerzas de seguridad nacionales y de Córdoba, junto a siete aviones hidrantes, dos helicópteros (heli-baldes), aviones de Prefectura, 10 vehículos Unimog y camiones forestales (capaces de trasladar 4.500 litros de agua) y bomberos de 174 cuarteles trabajaban anoche sin descanso.
Berni y el director del Plan Nacional de Manejo del Fuego, Fernando Epele, mantenían reuniones anoche con autoridades provinciales para coordinar la asistencia a las localidades más afectadas.
Los incendios comenzaron el viernes, pero los focos se multiplicaron ayer por la temperatura de 39 grados que soportó la provincia.
Fuente: El Tributo
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