Botánico plantea estudiar bosques desde el aire en Chile

Francis Hallé recorre bosques en un dirigible realizando estudios

Francis Hallé alcanzó fama mundial como biólogo y botánico cuando en 1986 organizó la primera Radeau des cimes (Navegando las cimas), una iniciativa científica para estudiar los bosques tropicales desde el aire, pues, a su juicio, esa es la forma correcta de investigar estos parajes. Para ello utilizó un globo aerostático, que transformó en un gran laboratorio aéreo.

La iniciativa tuvo tanto éxito que el científico francés repitió sus expediciones consecutivamente hasta 2003, visitando 50 países, entre ellos el Congo, Costa de Marfil, Indonesia, Laos, Guyana y Brasil, una perspectiva que le permitió descubrir la importancia de las regiones canopeas (la copa de los árboles) de los bosques, como recurso primordial de la diversidad biológica. «El 75% de la biodiversidad del bosque tropical está en la copa de los árboles, donde plantas y animales aprovechan la mayor parte de la energía solar para desarrollar numerosas formas de vida e interacciones», dice Hallé a La Tercera, quien acaba de visitar el país, proponiendo varios caminos para preservar el bosque nativo chileno.

Invitado por la embajada de Francia en Chile, la FAO y la Corporación Nacional Forestal (Conaf), Hallé se interiorizó del actual estado de conservación de los bosques chilenos, como los del Parque Nacional La Campana (Región de Valparaíso) y los Bosques de Araucaria (Región del Bíobío). Durante su visita al sector de Pehuén, cerca del volcán Lonquimay, tuvo su segundo encuentro con un bosque natural de araucarias -el primero había sido hace algunos años en Nueva Guinea, Oceanía-, donde conoció la tepa, una rara planta endémica de los bosques del Maule a Aysén. «Me llamó la atención, porque cuando no tiene luz, se desarrolla como hierba, y cuando encuentra luz, crece como un árbol».

Hallé fue muy crítico del actual estado de preservación del Parque Nacional La Campana, donde recomendó sacar el ganado que hoy pasta en la reserva. «Es un parque nacional, propiedad del Estado, por lo que no hay razones para dejar que el ganado de las granjas vecinas destruya las hierbas del lugar», dijo el investigador.

Esta fue su segunda experiencia en Chile. En 2004 encabezó una expedición de francesa que hizo un inventario de la biodiversidad del archipiélago de Juan Fernández. El botánico se mostró optimista respecto del futuro del bosque local, considerando que se están usando eucaliptos y pinos que ayudan a detener la fragmentación de bosques.

Fuente: www.lignum.cl